Nick Drake - Pink Moon (Island, 1972)
Hay muy pocos registros de Nick Drake aparte de los discos que grabó. Muy pocas fotografías, pocas grabaciones caseras. Una que otra grabación espectral que para algunos no es sino la desgarbada y larga figura de Drake. No hubo discos póstumos ni grabaciones perdidas porque, en sus palabras, luego de Pink Moon no tenía más cosas que grabar. De hecho, no tenía más canciones para su tercer disco que los 28 minutos de música del que sería su obra culmine y lo último que grabara antes de morir.
Pese a la inmensa influencia que tendría en el futuro, ninguno de sus discos tuvo la bendición del público. Para muchos, la música de Drake es la música de la melancolía, de la depresión, del abandono total hacia el interior más oscuro. Pero al mismo tiempo, Drake tuvo la gracia de saber interpretar esos fantasmas que lo asolaban con desnuda belleza, solo acompañado de los rasgueos de la guitarra que, si uno los escucha con atención, parecieran mantener a Drake acá, atado a ese mundo del que quiso arrancar.
Pink Moon es un disco corto, que parece condensar algo que insinuaban sus discos anteriores. Como decía una crítica al disco, si la música fuese siempre reflejo directo de las letras, el disco sería imposible de escuchar. Pero el disco fue grabado en cuatro días, con escasa producción y con Nick Drake tocando todos los instrumentos que se escuchan. Es un disco más que triste, melancólico, que te obliga a parar y detenerte a pensar, a observar alrededor y cambiar el paso.
Hace 45 años, viviendo aún en casa de sus padres, de donde iba y venía recurrentemente, Drake fue a la cocina y se preparó una taza grande de leche con cereales. Puso un disco de Bach en el tocadiscos, quedó con ropa interior y se tendió en la cama. Cerca, había un frasco lleno de antidepresivos que tomaría completo un rato después. Tenía recién 26 años.
🎧 Si solo tienes tiempo para una canción: Pink Moon
📻 Lo puedes escuchar completo aquí: Spotify | iTunes Music
|