53: Sault (Black Is) es mi disco favorito del 2020
¿Habrá alguna pieza audiovisual que pueda ayudarnos en el futuro a recordar/entender/sobrellevar mejor este tormentoso año 2020? ¿Cuáles serán las películas que se harán que nos servirán para mirar con algo de distancia tiempos de soledad, dudas y rabia? ¿Cuáles las canciones que ayudarán a sanar?
El 2020, entre otras cosas, nos ayudó a correr el velo de este mundo hiperconectado en que los megabytes nos prometen conexión global con costos muchas veces invisibles. Como si hubiera necesidad de reforzar el punto, cada fracaso en alguna llamada por hangouts o cada zoombombing, nos ayudó a mirar de otra forma nuestra dependencia tecnológica. ¿Dónde en realidad va a parar nuestras conversaciones, nuestros desahogos y nuestras lágrimas en las llamadas por zoom en cuarentena? Por otro lado, ¿Qué tan realmente compartida fue nuestra experiencia de cuarentena con gente ubicada en distintas partes del mundo? El chiste que nos contábamos en 2020 de que todo en realidad no era más que el día doscientos-algo de octubre, en Estados Unidos lo cuentan igual pero desde marzo.
Es en este contexto que apareció, sin ningún aviso previo, Untitled (Black Is) uno de los cuatro discos (¡dos de ellos dobles!) que el misterioso colectivo británico SAULT iría a publicar en el lapso de 18 meses.
No tengo claro que sea un disco de cuarentena. Tengo dudas de que sea esta la banda de sonora de nuestros recuerdos en el futuro. Pero la inmersión en esta mezcla rabiosa y creativa de R&B, soul, funk, gospel y percusiones afrobeat han sido definitivamente una de los trucos, para quienes sabíamos de este secreto, para sobrevivir este año infame.
No te voy a contar más del disco. Mejor dejémoslo así. Que sea nuestra combinación clandestina para reconocernos en el futuro.