Cuarto de litro de jugo de hammerspace y un cachito
Nawebonada, ya somos más de 300. Qué alegría.
Esta semana estuvo un poco lenta en las redes más allá del desorden bipolar de Kanye y las lolas de Sidney Sweeney.
Pasé la mayor parte de mi tiempo en la Isla de Tsushima matando mongoles porque ya salió lo nuevo de Sucker Punch Productions: Ghost of Tsushima. Recomendado, amiguitos.
Video de la Semana
El año pasado murió Bob Einstein, un comediante con un ritmo impresionante que tiene mi chiste favorito. Es una escena de Curb Your Enthusiam que siempre me hace reír.
Good to know
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Recomendación Semanal
Esta semana me dieron ganas de recomendar un canal de Youtube. El director de District 9, Neill Blomkamp tiene un pequeño estudio llamado Oats que hacen cortometrajes experimentales.
Mis favoritos:
Es un estudio lleno de ideas diferentes. Incluso tienen varios de sus assets 3D en venta en Steam.
Meme de la Semana
Al parecer esto resonó muchísimo. Bastante wholesome, para variar.
El Final
El final, también conocido como The End en inglés, es cuando algo se acaba. Poco se habla de la importancia de los finales dependiendo del medio. Cómo terminar una obra suele ser un tema controversial y arruinar el resto de la experiencia. Pasa mucho en la televisión, en el cine, pero pasa poco en el teatro o en la música. Ni se diga en los videojuegos.
¿Por qué un buen final es importante? Depende el objetivo del medio. Un stream o un podcast casi pueden terminar como sea, también un disco puede perfectamente tener la peor canción de última. La experiencia de estos medios, consumo y monetización son circunstanciales y no siempre lineales. Y más allá de la crítica, la monetización es la reina y es clave saber dónde invertir recursos.
Vamos medio por medio. El primero a analizar es el más sencillo: una película. Si una película tiene un final de mierda o un tercer acto flojo, tu último recuerdo será decepcionante. Lo primero que pensarás al salir del cine será “vaya mierda de final” porque es lo primero que digieres tan pronto estás fuera de la sala. Para una película ser exitosa, es necesario que la vea mucha gente, y gente decepcionada no recomienda películas.
Con las series es completamente diferente. Las series tienen un tiempo de vida máximo en el que ocurren varias cosas:
- El público pierde interés.
- El equipo creativo se muda a otros proyectos y cambia la esencia.
- Los actores se quieren ir para el carajo y eso mataría la serie.
- Se acaba el espectro de posibilidades de la premisa inicial.
- O eres Los Simpsons y ya has hecho todo lo que se podía hacer.
Sea como sea, la audiencia se reduce y con ella los recursos disponibles para crecer. Si bien la última temporada de Game of Thrones fue una cagada, el razonamiento de sus showrunners estaba en el lugar correcto: “no sabemos hasta cuándo vamos a tener el dinero para hacer nuestra visión así que vamos a irnos por todo lo alto con una producción super ambiciosa”.
Es normal que una serie baje de calidad con el tiempo junto con la audiencia, y si bien un cierre satisfactorio es una recompensa justa por años de inversión emocional en los personajes, no es eso lo que paga los sueldos. La idea de una serie como modelo de negocio es darle trabajo y beneficios al equipo por años. Un mal final puede castigar la posibilidad de spin-offs o venta de blu-rays.
Por último, los videojuegos. Dura verdad: mucha gente no termina los videojuegos. Si vemos la lista de trofeos de The Last of Us Remastered en PS4 solo un 40.2% ha terminado el juego en fácil, un 29.5% en normal y un 6.7% en difícil. Aún suponiendo que nadie haya terminado el juego 3 veces es menos de 77%. En el mejor escenario, casi una cuarta parte de los jugadores no terminan el juego más exitoso y galardonado de esa generación.
Para enganchar al jugador, es común que las mejores secuencias de un juego estén al inicio como la primera hora de Star Wars Jedi: Fallen Order, uno de los mejores juegos de Star Wars que empieza de forma espectacular y se desinfla en el camino hasta el punto que el último tercio del juego se vuelve aburrido, genérico, plagado de bugs y casi intragable. Pero gran vaina, solo un 50.6% completó la historia. Como modelo de negocio, estás desarrollando algo que no verá 50% de tu audiencia. Es verdad que posiblemente en algo la estás cagando si no lo terminan, pero los recursos siempre son limitados.
Como regla general, las historias necesitan el mejor cierre posible, las experiencias no. Yo aprecio los años de fanatismo de Game of Thrones y todas las amistades y amores que me trajo, pero vaya final de mierda que en serio no me veo comprando los blu-ray nunca. Las historias con conclusiones flojas se sienten poco satisfactorias, y si bien así es la vida, no prendemos el televisor para vivir sino para soñar. Pero es verdad que es muy lindo cuando no sabemos si estamos haciendo uno o lo otro.
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