
Ya viste el escándalo que ocurrió cuando Uber apareció en escena: taxistas en todo el mundo iniciaron una revolución, gobiernos inventaron regulaciones y bueno, el mundo fue un caos todo para que ahora tú y yo podamos tener en nuestras manos una forma práctica de solicitar transportación.
En las ciudades donde lo hay, yo uso Uber sin dudarlo un instante: es parte del sistema operativo con el que ejecuto en mi vida. Los taxis existen y seguirán existiendo, pero a mí me encanta la alternativa que automatiza todo lo que es importante para mí: tiempos, facturación, reseñas del conductor, etcétera.
Esto no es un comercial patrocinado por Uber.
Esto es para decirte que lo que viene en términos de inteligencia artificial, será como la saga de Uber pero multiplicada por cientos de veces más escándalo y dolor.
Verás, Uber únicamente sustituyó al taxista y ahora estamos por hacer a un lado médicos, abogados, ingenieros, contadores e influencers. Abandona este artículo por un momento y calcula el nivel de ruido que todos estos sectores van a hacer conforme vayan siendo barridos.
Todo comenzará como siempre ocurre: con bastante incredulidad.